
Ines Vargas nos comparte su segundo testimonio. Porque en febrero de 2016 volvió al Espacio. Pero esta vez vino al Espacio de Luz, decidida a transitar el Proceso de Vivir de Luz, mucho más exigente, con 21 días de silencio total, sin alimentos, con los primeros siete días de ayuno seco, sin agua, y luego con jugos diluidos. Semejante desafío hubiese sonado descabellado e impensable para una paciente que pocos meses antes había recibido un pronóstico de pocos días de vida. Pero son los juegos de la existencia que nos impulsan a superar auto limitaciones y a evolucionar aceleradamente.